Artículo de Alberto Robles publicado en la Revista Conciencia Global.
https://revistaconcienciaglobal.blogspot.com.es/p/revistas.html
Dentro de la ciencia del Yoga, en los últimos años han aparecido muchas corrientes o estilos de práctica, aunque en su inmensa mayoría orientadas a la manera de ejecutar las distintas técnicas yóguicas, especialmente las posturas. Sin embargo poca gente conoce una corriente muy novedosa del Yoga , relacionada con la importancia que tiene el Yoga en el sostenimiento medioambiental en la actual crisis por la que nuestra sociedad está atravesando. Esta nueva forma de entender el Yoga, y no solo entenderlo sino también de aplicarlo en nuestra vida cotidiana, lleva el nombre de
“Green Yoga”, también conocido como
Yoga Verde o Eco-Yoga.
El precursor de esta filosofía de vida fue el prestigioso escritor e investigador hindólogo, George Feuerstein. Posteriormente otros filósofos han continuado desarrollando las líneas maestras de esta manera de entender y vivir el Yoga.
¿Que es el Green Yoga?
Tal y como explica Georg Feuerstein en su libro “Green Yoga”:
“El Green Yoga es el yoga que incorpora la conciencia y el activismo medioambiental en su orientación espiritual en un momento de crisis global. Es un Yoga partidario de una mente sátvica (pura, limpia, iluminada) y un mundo sátvico”.
El Green Yoga supone la aplicación coherente de los valores y virtudes tradicionales yóguicos con la finalidad de que nuestro estilo de vida y el conjunto de nuestras acciones no solo sean adecuadas y sabias, sino, ante todo, que también conduzcan al bienestar de todos los seres del planeta Tierra. Nuestro estilo de vida debe ser responsable con el medioambiente y sostenible de cara a nuestros recursos naturales. Cultivar una actitud benévola de unión y solidaridad entre personas, por medio de la compasión por todas las formas de vida de la Tierra, es considerado el principio fundamental de la práctica de Green Yoga.
Como consecuencia de la actual crisis global y de valores en la que vivimos, estamos obligados a poner en práctica estos principios de solidaridad y compasión, en contra de la separación y el egoísmo al que los seres humanos parece que nos hemos ido acostumbrando en los últimos tiempos, con el deterioro medioambiental y social que todo ello ha supuesto para nuestro planeta, y que está poniendo en riesgo la supervivencia de la especie humana.
Hace 65 millones de años, un enorme asteroide colisión en la península de Yucatán, llevando a la extinción de casi el 70% de todas las especies del periodo Cretáceo, incluidos los gigantes dinosaurios. Los científicos hablan de que esta fue la quinta extinción masiva del planeta. En 1998 una encuesta entre más de 5000 científicos reveló que 3500 de ellos consideraba que estamos siendo testigos de la mayor catástrofe biológica desde entonces. Estiman que cada día 150 especies del planeta están siendo extinguidas (hablamos de plantas, insectos y animales). En otras palabras, nuestro planeta está en peligro y nosotros preferimos taparnos los ojos o mirar para otro lado. Con el fin de parar este ritmo creciente de devastación, sería necesario que los gobiernos impusieran medidas estrictas a las industrias, a los negocios y a la sociedad en general, creando conciencia y educando a los ciudadanos de la importancia de tomar medidas responsables para atajar esta situación.
Los practicantes de Yoga, independientemente de la línea o corriente que practiquen han de dar un paso inmediato a la acción, a la responsabilidad con nuestro planeta, a través de las acciones cotidianas y al cambio de ciertos patrones considerados hoy en día como primitivos y poco responsables. Pero no solo los más comprometidos con la filosofía de vida del Yoga, sino que podríamos decir que cualquier persona puede acercarse a conocer más a fondo cuales son los cambios necesarios que podemos llevar a cabo en nuestra vida para contribuir a este salto evolutivo en donde se tenga en cuenta el medioambiente, formando parte de la corriente “Verde” que nuestro planeta Tierra demanda con tanta urgencia.
Para encontrar soluciones no solamente es necesario tratar el problema medioambiental, sino que también es necesario incluir cambios en el estilo de vida, la economía, la política, los vicios culturales, la ética y los valores desde una visión global.
¿Que cambios propone Green Yoga en nuestra vida cotidiana para recuperar la salud de nuestro Planeta Tierra?
Los que nos hemos adentrado algo más en el proceso de descubrimiento de las raíces espirituales y morales del Yoga, sabemos que todo empieza con la práctica responsable hacia nosotros mismos, no solo cuidando nuestro propio cuerpo físico, sino también los otros cuerpos sutiles considerados en Yoga, como son el cuerpo mental (nuestra psique), el emocional y el cuerpo energético o pránico. Todos ellos están relacionados entre sí y con influencia directa unos de otros. Desatender uno de estos cuatro cuerpos, conlleva con toda seguridad a la enfermedad psíquica o física.
Por ello, el Yoga propone armonizar nuestras acciones mediante la apropiada moralidad y aquietar nuestra mente mediante prácticas de atención y meditación. El Yoga nos enseña a orientar nuestra vida al cuidado de nuestro cuerpo físico, mental y emocional, sin olvidar el aporte energético tan necesario para mantenernos saludables. Como bien es sabido, nuestro cuerpo es un vehículo que nos permite mantener una experiencia humana en la Tierra, un vehículo que contiene la pureza de un espíritu deseoso de aprender de su propia experiencia de vida. Hemos de pensar, sentir y actuar con coherencia para mantener el equilibrio tanto interno como externo, en nuestra relación con el entorno en donde vivimos.
De la misma manera, es necesario ser conscientes de nuestra responsabilidad con el medioambiente, el mismo que nos sostiene y nos facilita los recursos básicos para vivir. El
Green Yoga recoge algunas de las recomendaciones necesarias para cuidar de nuestro planeta y también de nuestro bienestar tanto personal como social. Prácticas sencillas que todos podemos contemplar en nuestra vida cotidiana, y que poco a poco podemos ir adoptándolas si aún no lo hemos hecho.
Estas prácticas pueden marcar la diferencia en nuestra relación y responsabilidad con nuestro planeta:
Simplifica tu vida tanto como puedas:
Ser más consciente de como tu estilo de vida impacta sobre le medio ambiente. Haz una lista con todas aquellas cosas que utilizas diariamente, semanalmente, y también ocasionalmente. De esta manera serás más consciente y te darás cuenta de lo que realmente es necesario.
Piensa antes de comprar:
Antes de comprar algo, hazte la pregunta ¿realmente lo necesito? ¿puedo obtener lo mismo de segunda mano? ¿puedo aprovechar lo antiguo, reparándolo?
Reduce, reutiliza y recicla:
Intenta reducir los desperdicios eligiendo y comprando productos reutilizables y reciclables. Infórmate sobre los medios disponibles en tu comunidad para reciclar los desperdicios, y crea conciencia en tu familia y en tu entorno para practicar el reciclado y aprovechamiento de desechos.
Intenta obtener productos con el mínimo de envoltorios (plásticos, bolsas, cartones, etc):
Di NO a las bolsas de plástico que te ofrezcan. Es innecesario el exceso de envoltorios para determinados productos. Reduciendo el gasto de envoltorios reducimos el impacto medioambiental que tiene la producción y el desecho de esos envoltorios. Una buena práctica consiste en llevar bolsas reutilizables al supermercado, y evitar comprar nuevas bolsas.
Comprar electrodomésticos con alto grado de eficiencia:
Adquiriendo equipos eléctricos con etiqueta de clase energética A, bajo consumo y alta eficiencia, podemos ahorra entre un 40%-55% se consumo energético.
Utilizar papel reciclado:
A la hora de utilizar papel, que sea reciclado, no solo para escribir, sino también para otro tipo de aplicaciones (cocina, toallitas de papel, papel higiénico, pañuelos, etc).
Ducharse en lugar de bañarse:
Y hacerlo durante el menor tiempo posible, evitando duchas prolongadas en el tiempo. Con ello ahorraremos agua, así como energía para calentarla.
Utilizar reductores de caudal en los grifos:
Aplicar en los grifos reductores de caudal o aireadores, que reducen el caudal de agua suministrado por minuto. Es una fantástica manera de reducir el consumo de agua y energía.
Utiliza el programa de agua fría para la lavadora:
Cambia a agua fría en lugar de caliente. Esto ayudará a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Seca la ropa al aire y al sol:
En lugar de utilizar máquinas secadoras que consumen mucha energía, aprovecha el regalo del sol y del aire colgando la ropa en los tendederos tradicionales. Además de ahorro energético, el sol y el aire aportarán a las ropas un agradable olor a limpio y mayor claridad en los colores.
Baja la temperatura máxima de tu caldera a 49ºC:
No es necesario mantener temperaturas más elevadas para seguir manteniendo las condiciones de confort. Con ello reduciremos el consumo y la emisión de CO2 al ambiente de nuestra caldera.
Regula los radiadores de la casa con válvulas termostáticas:
Hasta un 20% de ahorro en consumo energético se puede conseguir mediante estos dispositivos que adaptan la temperatura deseada de cada habitación, con independencia del termostato general de la vivienda.
Disponer de válvulas termostáticas de ducha:
Con ello la regulación será constante y no será necesario desperdiciar agua buscando el punto de ajuste de temperatura cada vez que nos duchamos.
Reparar y evitar fugas de los grifos:
Evitar el goteo permanente de los grifos. Al cabo del día suponen muchos litros de agua desperdiciados.
Desconectar los dispositivos electrónicos, no dejarlos en modo Stand-By:
Desconectar los equipos electrónicos cuando no se vayan a utilizar. No dejarlos en modo standby. Aunque no se utilicen, existe consumo mínimo, como por ejemplo, un televisor en standby consume 15 vatios. Utilizar regletas con interruptor es útil para desconectar varios electrodomésticos conectados al mismo enchufe (ejemplo: TV, Video, CD, HIFI, ordenador, impresora, wifi, etc).
Comprar productos locales y comida ecológica a ser posible:
Si tienes la posibilidad de cultivar tus propios productos, o adquirir productos de agricultura ecológica en tu comunidad. Además contribuyes a mejorar las condiciones económicas de tu comunidad. Comprueba si existen agricultores a los que comprar los productos en tu zona, o tiendas de productos ecológicos.
Suprime la comida basura de tu dieta:
La comida denominada basura, produce una cantidad elevada de residuos y no ayuda a los productores locales. Además, este tipo de comida no es buena para la salud.
Hazte vegetariano:
Si tu salud no te lo impide, adquiere hábitos de alimentación a base de comida vegetariana. No solo es una cuestión de salud, sino también de respecto hacia la vida de otros seres vivos. Contribuimos a la conservación de la vida en el planeta, junto con la eliminación del sufrimiento de los animales.
Fabrica Compost para el abono de tus plantas:
Si vives en el exterior, con zona y espacio ajardinado, aprovecha los residuos orgánicos para realizar compost, que servirá de abono para tus plantas. Infórmate sobre los métodos existentes para la fabricación de compost.
Planta árboles en tus terrenos o en los terrenos de tu comunidad:
Los árboles contribuyen a eliminar el CO2 y a mantener el aire limpio.
Cambia tu tarifa eléctrica a la energía verde:
Consulta con tu compañía de suministro eléctrico cuales son las tarifas que más energía verde (alternativas) utilizan, y contrata sus servicios.
Cambia tus hábitos de transporte:
Utiliza el transporte público antes que el privado. Si utilizas con frecuencia el coche particular, ofrece a otros compartir tu coche para los traslados, además de ahorro te permitirá relacionarte y compartir conversaciones agradables durante el recorrido.
No utilices botellas de agua hechas de plástico (PET):
Utiliza botellas de cristal que permiten su utilización continuada, y que no desprenden dioxinas como lo hace el plástico bajo los cambios de temperatura. Además contribuyes a generar menos residuos plásticos.
Invierte en empresas ecológicas y comprometidas con el medio ambiente:
Invierte en empresas con filosofía sostenible que potencien y respeten la salud y el medio ambiente. Aquellas cuyos recursos y productos contribuyan a la protección de nuestro planeta.
Sustituye las lámpara incandescentes por lámparas de bajo consumo:
Con ello no solo ahorrarás 2/3 de la energía, sino que aumentarás la vida útil de las lámparas.
Utiliza solamente productos de limpieza y de cuidado personal ecológicos, que no contaminen ni contengan tóxicos:
Infórmate a la hora de comprar sobre la composición de los productos para no dañar tu salud, y para no contaminar el medioambiente.
No imprimas los correos electrónicos:
Evita imprimir los cientos de correos electrónicos que recibes. Contribuirás con ello a salvar a miles de árboles de la tala, y preservar nuestros bosques.
Elige y anima a los autores y propietarios de libros, revistas, periódicos, etc, a que utilicen 100% papel reciclado:
Agradece y valora el gesto de aquellos autores que eligen el papel reciclado como base para sus trabajos.
Racionaliza el agua de la cisterna del baño:
No utilices el inodoro como papelera, y utiliza sistemas de inodoros con dos tipos de vaciado, vaciado económico y vaciado completo. No tires más agua de la necesaria.
Utiliza plantas propias del entorno en tu jardín:
Plantar especies autóctonas que están bien adaptadas a la zona y que no requieran de gran cantidad de agua y fertilizantes.
Compra o alquila vehículos eficientes, de baja contaminación o incluso híbridos:
A la hora de alquilar o comprar un coche, elige el más eficiente, de bajo consumo, y con baja emisión de CO2. En el mercado ya existen vehículo híbridos como solución más ecológica.
Conviértete en un promotor e impulsor de medidas ecológicas y sostenibles:
Difunde entre tus amistades y familiares medidas de ahorro y sostenibilidad del medio ambiente. Comprométete en la divulgación y educación de tu comunidad. Aplica las medidas necesarias en tu empresa, escuela, familia, y entre amigos para reducir el nivel de emisiones de CO2 a la atmósfera, y si te resulta sencillo, distribuye estas medidas entre todas las personas que conozcas.
Entre todos podremos hacer un mundo mejor, más limpio, sano y sostenible, siendo conscientes de nuestra responsabilidad y del legado que dejaremos a nuestras futuras generaciones.
Alberto Robles
Fuente: Green Yoga (Georg Feuerstein & Brenda Feuerstein)